domingo, 16 de octubre de 2011

DAD AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR Y A DIOS LO QUE ES DE DIOS

Cuando Nuestro Señor Jesucristo afirma que “paguen al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios”, lo que está diciendo, entre líneas es que la ciudadanía del Reino no anula la ciudadanía del mundo. Ser de Dios, optar por Dios, vivir con Dios, vivir para Dios no significa olvidarse del mundo.

Veo con preocupación cómo los cristianos comprometidos se dedican tanto a Dios que se olvidan de las realidades terrenas; nuestros fieles dedican casi que la totalidad de su tiempo a las cosas divinas, todos los días me encuentro con personas que afirman con orgullo que todo el día oran, que en todo momento sintonizan el Minuto de Dios radio y que, en la televisión, siempre ven Televida y EWTN; estas personas siempre están en función de Iglesia, hacen oración constante, asisten diariamente a misa y se confiesan con alta periodicidad. 

En principio, dedicarse a todas las cosas que enriquecen el espíritu del cristiano está muy bien. Pero esas mismas personas no sacan tiempo para enterarse del mundo, de su país, de su ciudad, de su región. He preguntado en misa si los fieles están enterados de realidades sociales como: la caída del proyecto de penalización del aborto, la crisis monetaria, el problema del invierno que azota el país y que tiene infartados todos los sistemas de emergencias, el problema del secuestro, el proceso político; y me he encontrado con una inmensa cantidad de personas que no tienen ni idea de que estas cosas están pasando.

“a Dios lo que es de Dios”:

La parte buena es que nuestros fieles son fieles, que están dando a Dios lo que es de Dios que le entregan a Dios la oración que le pertenece, que le ofrecen la acción de gracias que es de su propiedad, que se presentan ellos mismo como ofrenda a Dios del cielo por su hijo Jesucristo. Es agradable y gratificante ver que aún quedan personas con una inmensa dosis de compromiso cristiano.

¿Al César lo que es del César?

Queda como reto para todos nosotros, prestar atención a las realidades de nuestro mundo. Es bueno que los fieles católicos sientan la necesidad de ver noticias, de preocuparse por las cosas del país, de ser buenos ciudadanos. En ese sentido estamos ante una gran oportunidad que nos viene de la actual contienda electoral.

“Al César lo que es del César”: es bueno que nos interesamos por quienes son los candidatos a los entes gubernamentales; es importante que los católicos ejerzamos el derecho al voto; es de gran importancia que conozcamos los candidatos a la gobernación, la alcaldía, la asamblea departamental, el concejo y las juntas administradoras locales; es vital que conozcamos programas de gobierno para que nos preocupemos por elegir el mejor, el que rija los destinos de nuestra región según criterios morales que nos han sido sembrados en el corazón.
Pienso que a Dios le hemos dado lo que le pertenece; pero al César todavía le debemos mucho.